Control de plagas: Determine el tipo de roedor antes de colocar trampas

La identificación está en el corazón de un plan sólido de manejo integrado de plagas (MIP), y aunque tendemos a tomarnos el tiempo para identificar insectos, ese paso a menudo se pasa por alto cuando se trata de roedores. Una vez que descubramos roedores, o evidencia de roedores, podemos entrar en piloto automático y tirar algunas trampas, inspeccionar el área, cambiar el cebo y esperar lo mejor.

Pero los tres roedores comensales principales, la rata noruega, la rata de tejado y el ratón doméstico, tienen diferencias importantes en su comportamiento y preferencias que debemos considerar en nuestras estrategias de seguimiento y control para que tengan éxito.

La rata de techo (Rattus rattus) es una plaga común Los PMP que ejecutan un plan de manejo de roedores que fue exitoso para las ratas noruegas (R. norvegicus) encontrarán que el mismo plan simplemente no funcionará para las ratas de techo.

Con las ratas noruegas, tendemos a concentrarnos en el suelo en busca de madrigueras y caminos de viaje, mientras que las ratas de techo se encuentran en lo alto. Eso significa que tenemos que trabajar a un nivel superior, literalmente. Las trampas colocadas en el suelo pueden no ser efectivas, por lo que debemos explorar formas de desplegarlas en techos, atarlas a racks, colocarlas en los huecos del ático, etc.

Del mismo modo, una rata de Noruega normalmente tiene necesidades diferentes a las de un ratón doméstico (Mus musculus). Las ratas necesitan agua gratis y la buscarán, mientras que los ratones tienden a satisfacer todas sus necesidades de agua con la humedad de sus alimentos. Esto puede jugar un papel importante en nuestra elección de señuelos (los pepinos y tomates a menudo son muy atractivos para las ratas) y donde inspeccionamos para detectar actividad o refugio.

Antes de comprometerse con una estrategia de control, asegúrese de saber exactamente con quién está tratando para no perder el tiempo dirigiéndose a una plaga que no existe.